Dra. Arabella Michelén
Lunes, 11 Noviembre 2019
La mejor forma de describir un implante dental es como la tercera dentadura que la ciencia y la tecnología le regalan al ser humano.
Técnicamente son tornillos de titanio que se colocan en los huesos maxilares para sustituir el o los dientes perdidos. El implante se convierte en la raíz dentaría y, más tarde, sirve de base para realizar la prótesis dental que va a reponer las piezas dentarias.
El éxito del tratamiento va a depender de varios factores: un correcto diagnóstico y plan de tratamiento así como de la elección del correcto implante y la colocación adecuada en los maxilares.
La finalidad del implante es permitir una rehabilitación oral al paciente con múltiples beneficios que no son posibles mediante una prótesis tradicional, ya sea fija o removible, es decir, que no esté anclada en implantes dentales.
Las ventajas de restaurar sobre implantes dentales son muchas, le brinda al paciente seguridad al hablar, por lo tanto aumenta su autoestima y su salud mental, ofrece mejor estabilidad de la prótesis y hace más fácil realizar la función masticatoria, además los resultados estéticos son excelentes.
Técnicamente hablando, la colocación del implante es una cirugía sencilla, donde deben tomarse las medidas y precauciones de lugar, pero que no implica grandes complicaciones siempre y cuando el paciente siga las instrucciones de su odontólogo.
Es importante mencionar que cada ser humano reacciona de forma diferente, por lo tanto cada uno tendrá un post operativo único. De ser realizada por manos expertas.
Tal y como se mencionó anteriormente, el implante por sí solo no soluciona las necesidades que busca satisfacer el paciente, las cuáles podemos resumir en reponer uno o más dientes perdidos y con esto las diferentes funciones propias de estos. El conjunto de implante y rehabilitación es el que hace posible que se logre este objetivo. Debido a esto, la planificación del tratamiento debe realizarse entre el implantólogo y el rehabilitador oral, de lo contrario no se asegura el éxito.
Lamentablemente, hoy llega a la consulta una gran cantidad de pacientes con implantes colocados en los maxilares. Cuando el odontólogo especialista en rehabilitación los ve, no puede utilizarlos para realizar las prótesis, o quizás tiene que proceder con el método tradicional de una prótesis fija anclada en dientes naturales, o en el peor de los casos una prótesis dental removible.
La correcta planificación es vital en el éxito del tratamiento, lo cual se traduce en bienestar y salud para el paciente. El objetivo es restablecer salud y estética, no colocar un implante dental; este es una excelente herramienta que, como todas, debe ser utilizada conociendo sus bondades y limitaciones, pero sobretodo debe ser manejada por manos expertas, capaces de decidir lo que más le conviene al paciente, desde determinar si el paciente clasifica o no para esto, hasta elegir el tipo, tamaño y ubicación adecuados.
Confíe en su dentista de toda la vida, coméntele cualquier duda o inquietud, exprésele sus expectativas. Él sabrá orientarlo, referirlo en caso necesario, así como brindarle todas las alternativas posibles para su caso.
Recuerde, de nada le sirve un implante dental si no puede hacerse la rehabilitación.