Dra. Arabella Michelén
Lunes, 08 Julio 2019
Hace unos días que inició el verano y junto a él, un calor asfixiante que está ‘derritiendo’ todo lo que encuentra a su paso. La piel es el órgano más afectado por el fuerte sol y las altas temperaturas; quemaduras y deshidratación son las secuelas más comunes.
El tejido que recubre los labios es diferente al del resto del cuerpo, es débil y fino; por tanto, muy sensible a los cambios térmicos. Razón por la cual es más susceptible a deshidratarse y agrietarse.
La piel, excepto la de los labios, produce melanina, por eso ante una exposición prolongada al sol, el paciente se broncea. En cambio los labios, al no producir melanina, se irritan y se queman.
En los días de verano es importante utilizar un hidratante labial, no importa la presentación que se elija: bálsamo, crema o cualquier otra… La que más le acomode, que es comúnmente la que viene en forma de barra, debe ser aplicada cuantas veces sea necesario, sin importar el sexo ni la edad; desde niños hasta ancianos. El objetivo es crear una barrera que proteja los labios de las inclemencias de las altas temperaturas.
Si se van a realizar actividades al aire libre, recreativas o laborales, es importante usar, además del hidratante, un protector solar específico para los labios. Exponerse durante horas al sol, combinado con playa, arena, salitre, piscina y una protección inadecuada es la combinación perfecta para dañar la piel de todo el cuerpo, incluyendo la de los labios, causando quemaduras y deshidratación.
Higienizar la cavidad oral resulta muy molesto si los labios están heridos, agrietados o maltratados; incluso cremas dentales y enjuagues diarios pueden lastimarlos; si hacen contacto, el paciente siente ardor y la lesión se empeora.
En ocasiones la apertura de la boca se ve disminuida y por tanto se dificulta el cepillado. Esto trae como consecuencia caries y enfermedad periodontal con sus posibles complicaciones.
Las lesiones herpéticas son más comunes en el verano que en cualquier otra estación del año.
La deshidratación y grietas dificultan la alimentación y fonación. Funciones ordinarias del diario vivir se convierten entonces en dolorosas, afectándose además la salud del paciente. Por otro lado, un labio quemado y agrietado no es estéticamente agradable.
Medidas a tomar. Beber mucha agua y líquidos. No fumar (es perjudicial para la salud, y peor en el sol). Llevar una dieta saludable, rica en frutas y verduras.
Los antioxidantes son excelentes reparadores tisulares. Tomar vitamina A, que ayuda en la producción de colágeno y el recambio celular y vitamina C, que es un excelente antioxidante.
La sábila, o aloe vera, es un gran refrescante y cicatrizante, por lo que a la hora de elegir un producto para humectar, proteger y curar los labios, vale la pena elegir uno a base de este.
Definitivamente, durante el verano el sol es el responsable de la deshidratación y quemaduras de los labios. La República Dominicana es un paraíso tropical, disfrutemos de las actividades al aire libre, sol, playa y montaña, pero con la debida precaución y protección.